Persiguiendo los gritos de la ciudad

Cuando estaba niño cada 6 meses apróximadamente en mi casa ocurría algo que me daba miedo, flojera, stress y de lo cual quería huir; mi mamá re-acomodaba los muebles de la casa. Era algo raro por que desordenaba toda la casa, la limpiaba a profundidad y acomodaba de manera diferente todo lo que podía, ¡No! me acuerdo y se me eriza la piel, jajaja... es más, me da flojera solo el recordarlo. Esto ocurría por lo general en un día sábado, muy de mañana era preparar escobas, detergentes, papel periódico (para los vidrios de las ventanas) y trapos para limpiar libros, plantas y todo aquello que se pudiera recibir un trapo húmedo, en menos de 1 hora toda mi casa era un caos... ah, que dolor ver mi casa "patas para arriba", cuando ya por la tarde comenzábamos a mover los muebles, algo ocurría y daba comienzo el reto; el reto de acomodar los muebles el cual era muy desgastante. Pero, al final la casa quedaba hermosa y con un ambiente como si estuviéramos estrenando hogar. Aún bat...